Cuando la gente piensa en Warren lo primero que se les viene a la mente es el secreto que este pudiera tener para conseguir su riqueza. Es el primero en obtener grandes fortunas eligiendo acciones y seguramente alguna fórmula mágica debe poseer. Pero no hay nada de cierto en esto, lo que lo hizo una máquina imparable de ganar dinero fue aprovechar todo su potencial.
En muchas charla que dio siempre cuenta la misma analogía. El ve al potencial de una persona como un motor de un coche, que cuando trabaja a su máxima potencia puede erogar 200 o 300 CV, pero que la gran mayoría solo obtiene un porcentaje de este.
Indice de contenidos
¿Que nos limita a conseguirlo?
Hay dos cosas que te retienen de no conseguir la máxima expresión de cada uno:
- Falta de educación
- Los hábitos
La primera se soluciona fácil, hoy tenemos en la palma de nuestras manos un celular que nos permite acceder a una cantidad obscenas de información que ni los reyes más acaudalados podían soñar hace 500 años. Esto es hasta peligroso porque somos constantemente bombardeados y puedes ser hasta contraproducente. No toda la información que recibimos constantemente es de utilidad, al menos no para nuestros objetivos.
La segunda son los hábitos. Uno creería que son más sencillos porque estudiar conlleva mucho esfuerzo pero los hábitos aún más. En especial el eliminar aquellos que son nocivos para conseguir nuestro éxito. Estos se inmiscuyen en nuestras vidas sin apenas notarlos y luego ya es muy tarde para quitarlos fácilmente, como el hecho de ver mucha televisión o tener una vida sedentaria. En el caso de consumir muchas series de Netflix, o programas que no aportan nada, nos quitan uno de los recursos más valiosos que es el tiempo, y como bien dice Peter Lynch el tiempo hace dinero.
Buffett cuenta en sus charlas también que cuando contrata gente lo hace mas o menos como cuando debe evaluar una buena administración, buscando tres cosas en los candidatos:
- Integridad
- Inteligencia
- Energía
En la tercera siempre se puede trabajar, una buena alimentación y actividad física siempre ayudan. La inteligencia es algo con lo que nacemos y por más que podamos educarnos mucho esta no va a variar. Pero es la integridad la que sí podemos moldear a nuestro antojo, tanto para bien y para mal, y de la que dependen las otras dos, ya que sin esta no serian nada. Aquí entran en juego los hábitos, como la honestidad o el trabajo duro, para hacernos imparables.
¿Cómo podemos mejorar nuestros hábitos?
Hay un juego, o mejor dicho ejercicio que propone, el cual consiste en pensar en la persona que más admiramos, puede ser contemporánea o no, y anotar en una hoja todos los atributos que nos parezcan deseable. Al costado de estos escribir ahora las cualidades de una persona en la que no queramos convertirnos. La idea es pensar en ellos y cómo nos sentiríamos si intercambiamos nuestras vidas.
A partir de eso debemos hacer todo lo posible por adquirir los hábitos de esas personas exitosas y tratar de eliminar aquellos que nos sean beneficios. No es un proceso sencillo ni inmediato, lo mejor es ir poco a poco y trabajando de a uno a la vez.
Este pequeño juego parece muy simple pero si lo ponemos en práctica puede hacer grandes diferencias, me gusta verlo como un interés compuesto que cada día suma más a las arcas personales.
Al cabo de un tiempo es bueno revisar la lista y hacer una autoevaluacion sincera de que hemos cambiado y que no, si nos cuesta hacerla le podemos pedir a otra persona. Luego de unas cuantas veces deberíamos notar que la persona a la que admiramos es a nosotros mismo, suena un tanto egocéntrico pero al final es en lo que queremos convertirnos y así poder desarrollar la mejor versión de nosotros. De esta forma una persona no puede equivocarse.
¿Qué otras cosas debemos tener en cuenta?
No solo basta con mejorar los hábitos, también mantener el foco en lo que queremos obtener.
Cuando Bill Gates y Warren Buffett se conocieron por primera vez fue como cuando tenemos una idea incorrecta sobre algo y nos llevamos una sorpresa, grata. Warren no quería reunirse porque el sabia nada acerca del sector tecnológico, esto cambió a partir de hacerse muy amigo de Bill, y no le parecía una forma productiva de ocupar el tiempo. Por el otro lado más de lo mismo, Gates tenía una concepción de que este solo se dedicaba a comprar y vender papelitos.
Es paradójico que estas dos personas luego terminarán siendo grandes amigos, aprendiendo el uno del otro y hasta llevando a cabo obras de beneficencia. Cuando Warren nos esté más gran parte de su fortuna irá a la fundación que Bill Gates tiene con su esposa Melinda.
Como para romper el hielo la madre de Bill, la anfitriona, ideó una serie de preguntas que ambos debían contestar, y una de ellas era: “¿Cuál creían que era el factor más determinante para el éxito?”, ambos contestaron “Mantener el foco” (Focus).
Si uno tiene la determinación de conseguir algo no hay nada que lo detenga en la obtención. Enfocará todos sus esfuerzos en ellos y conseguirá de una u otra forma su cometido, siempre teniendo en cuenta la integridad claro está. Si las personas más ricas de ese entonces, y ahora practicamente tambien, lo dicen algo de razón deben tener.
Por otro lado hay algo que es fundamental en todo esto, que es la pasión. Warren dice que es muy afortunado en haberla encontrado y eso le ha llevado a hacer una gran fortuna. Es la razón por la cual es importante trabajar en pos de hallarla. Esta te guía y te impulsa a seguir mejorando en el campo de tu profesión, haciendo que te transformes en un mejor profesional cada día y que finalmente consigas la riqueza. Nadie puede esperarla a cambio de nada y la pasión puede ser un buen propulsor del motor al cual se refería.
Además como bien dijo Andrew Carnegie, “No conozco a nadie que se haya hecho rico sin enriquecer a otros primero”. Algo que Warren Buffett hace todos los días, porque el ya tiene demasiado dinero, lo cual no parece importarle mucho a esta altura. Su pasión es lo que le permite levantarse todos los días e ir a trabajar solo por la diversión de encontrar una nueva empresa en la que invertir, haciendo millonarios a muchas personas durante su vida como inversor, los cuales también lo ayudaron a él serlo.
El mejor consejo que dio fue:
Conclusion
Esto podrá sonar mucho a desarrollo personal, pero es que una cosa no puede ir sin la otra. El mismo Warren fue estudiante y atesora más cualquier otro título el que recibió del curso de Dale Carnegie, un gran escritor acerca de estos temas.
Y es que los hábitos son finalmente un complemento perfecto para potenciar todos los aspectos de nuestra vida, y ya sea que queramos ser un doctor muy reconocido o un inversor lo importante es transformarnos en imparables profesionales.
Deja un comentario