Si has leído alguna vez un libro de Warren Buffett, o las cartas que todos los años envió a sus accionista, seguramente estarás familiarizado con la opinión que tiene respecto a las opciones. Y es que las opciones, un tipo de derivado, las suele considerar como complicados y peligrosos instrumentos financieros, llegando hasta denominarlos potenciales bombas de tiempo.
Algo de razón tiene porque la naturaleza de las mismas van contra corriente de lo que la filosofía de la inversión de valor pregona. Eso si, no quiere decir que no los pueda utilizar en ciertas condiciones particulares para sacarle algún tipo de provecho siempre y cuando el inversor las conozca bien.
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¿Qué son las opciones de compra (Put) y venta (Call)?
Antes de ver cuando y como uso estos derivados Warren Buffett hay que entenderlos, para así comprender en qué escenarios pueden ser ventajosos para un inversor.
Existen de dos tipos, las opciones de compra, o también llamadas Put en inglés, y las de ventas llamadas Call. Estas son contratos que se compran a un determinado precio (Premium) que le dan al poseedor el derecho en un determinado tiempo (Vencimiento), a una cierta cantidad y a un determinado precio (Strike) para comprar o vender algún tipo de activo, desde acciones a bonos pasando por índices bursátiles y también commodities. Ojo que esto no lo obliga a ejecutar las opciones, dependerá de las condiciones actuales a la hora de poder ejercerla y las preferencias del inversor.
Estos instrumentos son distintos de los activos de los que derivan por lo tanto tienen otro precio que puede fluctuar con el correr del tiempo, es decir cuanto más nos acercamos a la fecha de vencimiento, subiendo o bajando si las circunstancias son favorables o no. Eso sí, hay una cierta relación entre el precio del activo subyacente y la opción.
Pero para entenderlas aún mejor es necesario ver los dos tipos que existen en profundidad y algunos ejemplos que aclaren el panorama.
La opción de compra
Una de las opciones es la de compra , que bien sabemos que se la puede denominar call. Este instrumento le da a su poseedor el derecho de comprar ese activo a un determinado precio hasta la fecha estipulada como finalización del contrato.
Por ejemplo, si alguien compra una opción de tipo call con el derecho a comprar 10 acciones de Tesla, con vencimiento al 31 de diciembre de 2018 y a un precio de 100$, lo que espera este poseedor es que las acciones suban más de 100$ antes de esta fecha para poder ejercer su derecho y luego venderlas al mercado al precio que se encuentran y obtener su ganancia. Si el 30 de octubre del 2018 las acciones valen 200$ el puede usar su derecho y comprar las 10 acciones por 100$ a la persona o entidad que le vendió esta opción y luego ir al mercado y venderlas por 200$, obteniendo así una ganancia de 1000$ (200$ x 10 – 100$ x 10$) si no tenemos en cuenta lo que le costó la compra en un primer momento de la opción, lo cual de todas formas no sería nunca tan cara como la acción en sí.
Se puede ver que si la acción sube por encima del precio de compra también lo hace su opción, ya que ahora es más atractiva, una relación que también se puede ver a la inversa a medida que nos acercamos al vencimiento y la acción se encuentra por debajo.
La opción de venta
La denominada opción put funciona similar a la de arriba pero ahora con respecto a la venta. Este contrato nos da el derecho de vender por ejemplo, y para seguir con la misma línea, una acción dentro del plazo mientras que obtenemos la misma a precio de mercado.
Supongamos que adquirimos la opción de vender 10 acciones de Tesla con la misma fecha de vencimiento, 31 de diciembre de 2018, y por el mismo precio que era 100$. Si las acciones de la compañía de Elon Musk se encontrarán por debajo de los 100$, imaginemos 80$, podemos ir al mercado, comprar por ese precio la acción y venderlas por 100$. Así obtendremos una ganancia de 200$ (100$ x 10 – 80$ x 10) sin restar lo que nos costo la opción.
No es un concepto muy difícil de entender si uno lo ve con ejemplos sencillos, pero como todo derivado su naturaleza es un tanto intrincada por lo que agrega una cuota de complejidad. Además como Value Investor una persona puede determinar que ese activo cotiza por debajo de su valor intrínseco pero nunca sabe cuando el mercado le dará la razón, por lo que determinar una fecha puede ser muy peligroso. Razón por la cual muchos inversores de esta filosofía siente cierta aversión a ellos.
Pero no todo es malo y hay situaciones en donde si uno conoce bien la esencia de estas puede sacarle provecho de forma sustancial.
Warren Buffett vendiendo opciones put (venta)
Hubo un momento en la historia inversora de Warren Buffett en donde vio con buenos ojos la utilización de estas, una en particular que nos remonta al año 1993 donde necesitaba comprar acciones de Coca-Cola (NYSE:KO) pero su precio no le atraía para sentirse cómodo con su margen de seguridad.
Hoy es poseedor de 400.000.000 de acciones en esa compañía y len ha dado unos retornos más que cuantiosos, pero para eso fue necesario que pudiera comprarlas en ese entonces a un precio atractivo.
Quería seguir añadiendo a su cartera una mayor proporción de las mismas, pero quería pagar un 10% menos del precio del mercado, así que utilizó opciones put pero con una diferencia, el no compraría ahora las opciones sino que sería la persona que las vendería. Ya vimos los ejemplos en donde alguien podría verse favorecido y hasta perjudicado por estas compras, ahora viéndolas del otro lado del mostrador vamos a ver como alguien como Buffett puede obtener un beneficio de esto.
El precio en 1993 de las acciones de Coca Cola valían 39$, y la cifra con la que el se sentía cómodo comprando acciones era de 35$. Tenía dos caminos, o esperaba a que el mercado retrocediera hasta su precio, con el riesgo de que comenzaran a subir y no ganara nada, o bien vender opciones de venta.
Para eso busco a alguien que estuviera dispuesto a pagarle 1.5$ por el derecho de venderle cada acción en el contrato, en este caso quería unas 5 millones a una determinada fecha que fueron 3 meses. Así que obtuvo 7.5$ millones de dólares y se sentó a esperar tranquilamente, y esto es porque en cierta medida la operación estaba asegurada para los intereses de Warren.
Si llegado el caso de que esta antes del vencimiento hubiera subido su precio el comprador de esta opción no hubiera ejercido su derecho, debido a que hubiera perdido los 7.500.000$ más la diferencia con el precio del mercado. Mientras que Warren Buffett se hubiera quedado con los 7.5$ millones, perdiéndose la subida pero minimizando el riesgo por no haber comprado por encima del precio con el que se sentía seguro.
El otro caso se daría si hubiera bajado por debajo de los 35$, allí el comprador hubiera adquirido a precio de mercado y vendido a Warren a 35$ por lo tanto los dos saldrían ganando, el comprador obteniendo una diferencia entre el precio de compra y el de venta, mientras que Warren hubiera obtenido las acciones al precio que quería. Mejor aún, al tener en su poder los 7.5$ millones a ciencia cierta hubiera pagado todavía menos, unos 33.5$ cada una ([175.000.000$ – 7.500.000] / 5.000.000). Lo cual todavía le daría un retorno todavía mayor cuando las acciones comenzarán a subir. Y si esto parece poco, mientras no pudiera comprar las acciones al precio que él quisiera podría gozar de los beneficios de las ventas de opciones, permitiéndole cada 3 meses ajustar su valor intrínseco y asegurarse que las características de su empresa deseada no han cambiado.
Me ha recordado a mis asignaturas de finanzas con las call y las put, los futuros… Siempre está bien recordarlo!