• Ir al contenido principal
  • Ir al pie de página
  • Inicio
  • Artículos
  • Análisis de Libros
  • Inversores
    • Joel Greenblatt
    • Pat Dorsey
    • Peter Lynch
    • Philip Fisher
    • Walter Schloss
    • Warren Buffett
  • Diccionario de Value Investing
  • Bonos
Beneficios Extraordinarios

Beneficios Extraordinarios

Blog de Value Investing

¿Qué son los bonos al portador?

#Bonos

Esta clase de bonos alguna vez prometían el completo anonimato de los inversores en todo el mundo, pero los gobiernos decidieron ponerle fin y a día de hoy están prácticamente extintos.

Hoy vamos a descubrir que son y por que llegaron a este punto. No te pierdas este artículo sobre los bonos al portador.

Indice de contenidos

  • Definición
  • Historia
  • Inversión anónima
  • ¿Se pueden comprar bonos al portador todavía?

Definición

Los bonos al portador son una clase de bono que no tiene registrado alguno de su dueño. En su lugar, el propietario del mismo es su portador, y no hay ningún registro de esto más que la evidencia de que está en su poder.

Estos también son conocidos como bono cupón, ya que poseen cupones que su dueño puede cortar y enviarlos para recibir el pago de interés.

Historia

Esta clase de bono se remonta al menos hasta el año 1648, pero se utilizaban de una u otra forma instrumentos similares antes de esa fecha.

En los Estados Unidos cobraron mucha popularidad luego de la guerra civil, que duro un periodo de 4 años (desde 1861 a 1865). Ya que el gobierno necesitaba recursos para reconstruir el país una vez terminada la guerra entre el norte y el sur.

A día de hoy en ese país su uso casi ha desaparecido salvo por algunas excepciones, ya no son tan comunes como lo fueron hace un tiempo atrás.

Inversión anónima

Debido a que no existe registro de quienes son los dueños de los bonos al portador, no se puede saber quien lo compro, si se vendió y cuando, ni quien es el beneficiario de sus intereses.

Por el contrario, la gran mayoría de bonos son registrados, y las instituciones financieras reportan quienes son los dueños y los pagos de interés al gobierno.

El anonimato fue lo más atractivo de estos bonos:

  • Poder ocultar activos e ingresos: Al no tener registros de compra ni de venta, es fácil con ellos mover dinero o almacenar fortunas. Los certificados físicos de estos bonos tenían denominaciones elevadas que iban desde los $5.000 hasta los $1 mil millones. A esto le sumamos que la evasión fiscal era relativamente sencilla y practica, ya que se podía almacenar dinero en bonos en lugar de las típicas cuentas de bancos y ganar interés en el proceso.
  • Lavado de dinero: Con los bonos al portador el lavado de dinero era relativamente sencillo. Por eso los reguladores en muchos países comenzaron a confiar en los registros electrónicos o en papel. Con esta clase de bono se podían tener mucha riqueza en pocos papeles y luego volcarlo al sistema financiero a través de fuentes legitimas.
  • Robo y falsificación: Pero no todas eran ventajas para los portadores, también había algunos aspectos negativos. Como estos eran casi dinero en efectivo, cualquiera que los robara podía reclamar los intereses o el pago del principal sin casi ningún riesgo de ser atrapado. En la cultura se vio esta practica cuando en la película «Jungla de Cristal» o «Duro de Matar» de 1988 un ladrón tenia $640 millones en bonos en una bolsa. También aquellos con habilidad para la imprenta podían imprimir bonos falsos para convertirlos en dinero real.

Cualquier inversor que no tuviera la necesidad de ocultar sus ingresos y sus activos no vería el atractivo de estos, debido a que no tiene sentido estos bonos por las pocas ventajas que presentan.

Si son robados, por ejemplo, no hay forma de recuperar el dinero. Lo mismo si ocurre un desastre natural o un incendio y se pierden los papeles.

La única forma de mantenerlos seguros son en cajas de seguridad, con toda la protección posible tanto para robos, fuego y hasta huracanares, lo cual es poco practico.

Más sencillo es tener una institución financiera que respalda la propiedad de estos de forma electrónica y redundante.

¿Se pueden comprar bonos al portador todavía?

En pocas palabras si, pero como hemos visto sé han vuelto poco práctico. Los países ahora requieren que su uso no sea anónimo, lo que se traduce a declararlos ante el fisco.

Las agencias exigen a los contribuyentes que sus tenedores informen sobre las compras de los mismos, lo cual elimina gran parte de los beneficios de estos.

De todas formas, es algo que deberás averiguar en tu país, ya que cada uno tiene una ley diferente sobre el tema. De todas formas, lo más seguro es que no permitan su uso como antaño.

Por otro lado, hay otro riesgo a los ya antes descriptos como el robo o él extravió. Que tienen que ver con los inherentes al resto de los bonos, que son la incapacidad de pago de su emisor, llamado default.

Por último, aquellos bonos que se emiten de esta forma, son menos favorables que los registrados.

Puntos claves de los bonos al portador
  • Los bonos al portador son certificados físicos con cupones que podemos usar para reclamar el pago de sus intereses.
  • No están registrados, sus dueños son los portadores.
  • Son vulnerables al robo o la perdida.

Si te fue de utilidad este artículo, puedes compartirlo con otras personas aquí debajo.

Twittear
Compartir
Pin
Compartir
0 Compartir

Acerca de Martin G.

Mientras estaba estudiando Ingeniera Informática me di cuenta que lo que realmente me apasionaban eran ser inversionista. Lector empedernido de libros sobre inversión en valor, considerando que es una filosófica que genera riquezas, ¿tu también?.

Interacciones con los lectores

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Footer

  • Acerca de
  • Ponte en contacto